El Vengador Justiciero

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lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Planeando un viaje a la séptima economía mundial?

 

Pues si tal cosa tienes en mente y anima tus ilusiones, ni se te ocurra ver “End of watch”, engendro que en este país parece que se llamará “Sin tregua”, haciendo bueno el dicho de que nuestros vernáculos traductores de títulos son personas que deben padecer delirium tremens…

 

El Horror

Honestamente, no querréis visitar California, particularmente L.A., después de haber sodomizado vuestras mentes con esta película.

No es que sea demasiado justo –ni mucho menos- hacer juicios de valor basados en esta gloriosa obra respecto a lo que es California. Pero, lamentablemente, algo de ello sí que hay…

Por supuesto, la “crítica” se muestra muy benevolente con esta producción, los “aficionados” al género la celebran fervorosamente.

¿Por qué?

Oh, bien, por sus muchos méritos humanos, sin duda; podremos disfrutar de las aventuras de dos policías del L.A.P.D. (una versión anglosajona que ellos llamarían “caucásica” y una versión mejicana que ellos llamarían “hispánica”), cuyos cerebros dan para bien poco (cosa, por lo visto, muy celebrada por las audiencias) por su simpleza y primitivismo existencial aunque, eso sí, con emociones primarias muy bien desarrolladas que nos permiten conocer “por qué se casaron con sus respectivas parejas”, además de compartir la muy romántica experiencia de sus complejas vivencias matrimoniales (por ejemplo, cantar juntitos una canción de la radio mientras recorren libremente las “llanuras” de asfalto")

Naturalmente, hemos de afirmar sin temor a equivocarnos que estos dos adláteres de la intelectualidad californiana destacan sobremanera sobre las minorías mayoritarias que conforman la jungla de L.A., es decir, negros y mejicanos que, curiosamente, sienten una atracción inevitable hacia el lado oscuro del narcotráfico, el asesinato y la brutalidad.

De esta forma, seremos capaces de disfrutar inolvidables momentos que pasarán a la historia del cine y quedarán grabados en nuestras mentes; un policía con un cuchillo en un ojo, una policía con la cara machacada por un negro que se columpia encima de ella, unos grupos o “gangs” que hablan un idioma donde la palabra “fuck” es complemento inherente y necesario y, por supuestos, un sinnúmero de bromitas graciosas Made in USA, versión “Cops” que muestra lo más versado y dúctil de la filosofía existencial norteamericana del momento.

El dramatismo de las escenas es perfectamente representado por los señores  Jake Gyllenhaal y Michael Peña, cuyos recursos interpretativos se exprimen al máximo para desarrollar todas las vertientes de un guión lleno de imbecilidades, violencia y primitivismo humano.

Por supuesto, no debemos olvidarnos de citar a Anna Kendrick, que bate su record personal de parecer incluso más estúpida que en la película “Up in the Air”, con el divino George Clooney.

Pero dejo para el final lo más excelso del film; ha sido rodado con la técnica de la cámara subjetiva.

Y esto, amigos míos, es francamente preocupante, pues dota a este delirio cinematográfico de un sabor a “documental” que acaba por destrozarnos las ganas de visitar L.A., California, su séptima economía y todo lo maravillosamente repugnante que sus nativos encuentran grandioso en joyas como en la película que citamos.

Al menos –qué alivio- tomaron a Los Angeles como localización geográfica para las perversiones orgásmico-sangrientas de esta obra maestra, dejando a San Francisco –ciudad atractiva donde las haya en USA- a salvo de tropelías y encefalogramas planos.

Una recomendación; si quieren disfrutar de esta maravilla, háganlo en versión original (subtitulada si es necesario). Es la única forma de absorber toda la calidad intrínseca que desborda la obra.

Y, por supuesto, no se pierdan la brillante actuación del final, en la que el Sr. Gyllenhaal dice un par de palabras supuestamente cargadas de gran emotividad y sentimiento (no, las palabras no incluyen el fonema “fuck” en esta ocasión), aunque realmente parezca que le duela el estómago de tanto reírse.

En definitiva, una velada gloriosa en compañía de estos héroes uniformados.

Francamente, si quieren viajar a USA, particularmente a California, no vean esto. Es pernicioso para la amígdala cerebral.

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